Nueva York fue el lugar donde Fernando le pidió matrimonio a Tamara. Concretamente, eligió el Madison Square Garden para la pedida y una gran pantalla central iluminó todo el escenario. Ella, lógicamente, calló rendida a sus pies y aceptó su propuesta.
Y el 2019 llegó y con él, su boda. Deseaban tener una preboda diferente, peculiar e íntima. Por ello, nos abrieron las puertas su casa y nos mostraron su alegría, su complicidad y su química. Y cómo no, con una pedida de mano en el Madison Square Garden no podía faltar una preboda en el Gran Canaria Arena de nuestra isla.
Su boda, celebrada en la Hacienda de Anzo, estuvo repleta de emociones. Los sentimientos a flor de piel se palpaban tras nuestro visor y no pudimos evitarlo, también nos emocionamos. Fernando y Tamara nos llenaron el alma, con su trato y su dulzura, y esperamos que no pierdan esa magia que tanto les ha unido.
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